HOMO SAPIENS INDOMITUS
Incluso si yo fuera polinoculado y pautacompleta, miraría a
los purasangre con admiración por haber sido capaces de resistir la mayor de
las presiones jamás vista, incluso de sus parejas, padres, hijos, amigos,
compañeros de trabajo y médicos.
Las personas que han sido capaces de semejante personalidad,
valentía y capacidad crítica son, sin duda, lo mejor de la humanidad.
Están por todas partes, de toda edad, educación, condición e
ideas. Son de una pasta especial, son los soldados que todo ejército de la luz
querría en sus filas.
Son los padres que querría todo hijo, y los hijos soñados de cualquier padre. Son seres por encima de la media de sus sociedades, son la esencia de los humanos que construyeron todas las culturas y conquistaron horizontes.
Están ahí, al lado de usted, parecen normales, pero son
superhéroes.
Hicieron lo que otros no pudieron, fueron el árbol que
resistió el huracán de insultos, descalificaciones y marginación social.
Y lo hicieron pensando que estaban solos, creyéndose los
únicos.
Eliminados de las mesas de sus propias familias en Navidad,
jamás se vio nada tan cruel. Perdieron trabajos, dejaron hundirse sus carreras,
se quedaron sin dinero... pero les dio igual.
Aguantaron ser discriminados, señalados, delatados y
sufrieron humillaciones sin medida... pero siguieron.
Nunca antes en la humanidad hubo un casting similar, ahora
sabemos quiénes son los mejores del planeta Tierra.
Mujeres, hombres, mayores, jóvenes, ricos, pobres, de toda
raza o religión, los purasangres, los elegidos del arca invisible, los únicos
que fueron capaces de mantenerse firmes cuando todo se hundió.
Esos sois vosotros, habéis superado una prueba inconcebible
que muchos de los más duros marines, comandos, boinas verdes, astronautas y
genios no han sido capaces de resistir. Estáis hechos con la materia de los más
grandes que jamás existieron, esos héroes que nacen entre la gente normal y que
brillan en la oscuridad.
Sí, eres tú, la culminación del espíritu del Homo sapiens
indomitus.
Un aullido.
F.L.Mirones
No hay comentarios:
Publicar un comentario