EL CONTAGIO DEL FARSANTE PASTEUR
La hipótesis de los microorganismos patógenos y su paso de un humano a otro, "volando por el aire".
Cuando esta "plandemia" acabe vendrán otras,
porque el SARS no ha sido el primer fraude derivado en muertes que ha sufrido la
humanidad.
Todo comenzó con una vacuna de la rabia fallida a un niño
usado como cobaya por Pasteur, un químico que decidió contradecir todos los
descubrimientos que había hasta el momento sobre que las enfermedades las
causaban las condiciones de higiene y alimentación, para acabar proponiendo a
los gérmenes como causantes de las enfermedades.
El negocio de la medicina había comenzado y los laboratorios
incipientes se frotaron las manos.
No hay nada más lucrativo que combatir un enemigo… las bacterias. Así si las aguas de consumo humano estaban contaminadas o el trabajo en las fábricas o sus productos era insalubre, nadie tenía que hacerse cargo, eran los gérmenes.
Además, nacen las vacunas, unas inyecciones que se ponen en
la gente sana. Así ni siquiera debes estar enfermo para comprar el producto.
Negocio redondo.
El problema es que a medida que se erradicaban las
deplorables condiciones higiénicas de la población, las enfermedades
desaparecían. De hecho la viruela acabó cuando se empezó a refrigerar la carne
de caballos y vacas en las carnicerías, y la famosa vacuna mataba o dejaba
impedido a quien se la colocaba, hasta tal punto que hubo revueltas ciudadanas
contra las autoridades, que forzaron a parar la vacunación porque cada familia
en cada pueblo tenía fallecidos por el pinchazo.
Ya en la actualidad, tenemos conocimientos suficientes para
afirmar rotundamente que las bacterias forman parte de todos los seres vivos,
en nuestros cuerpos viven millones. Sin ellas no haríamos la digestión, por
ejemplo. Ya sabemos que no son la causa de las enfermedades. Pero la mentira
sigue.
En una misma población humana, hay las mismas bacterias. Hay
bacterias hasta en los volcanes, están en cada gramo de tierra de nuestro
planeta.
Cada persona que va caminando por la calle, tiene una nube
de 90 cm de bacterias que están a su alrededor. Sin ellas no viviría. Dentro de
nuestras células también tenemos bacterias, las mitocondrias, hacen la
respiración celular, sin ellas la célula simplemente no tendría energía.
Con los virus es aún más grave el tema porque ni siquiera
están vivos, sólo son biomoléculas, fragmentos de información. Están en todos
los ecosistemas y en todas las células de todos los seres vivos, forman parte
del genoma como frases de un libro, que contienen el cómo somos y cómo
funcionamos.
Por estos motivos NO, los
vacunados NO contagian NADA.
Simplemente las farmacéuticas y
laboratorios no quieren soltar el raudal de dinero que supone que una persona
se vacune y también se siga haciendo test. Así la persona es una paranoica del
consumo farmacéutico. El cliente perfecto.
¡Es doble ingreso! La persona se inocula, pero sigue dando
positivo en las pruebas. Y claro eso hay que explicarlo y fomentarlo, culpando
al contagio y los malignos virus.
La historia está clara, no es biología, es avaricia.
Y hasta que no tiremos abajo la teoría del contagio, no
podremos reconciliarnos con la naturaleza y vivir en paz.
¡Despertemos ya!
Fuentes: https://mpr21.info/pasteur-el-impostor/
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