6/4/22

Tirar abajo la teoría del contagio, para reconciliarnos con la naturaleza y vivir en paz

 EL CONTAGIO DEL FARSANTE PASTEUR

La hipótesis de los microorganismos patógenos y su paso de un humano a otro, "volando por el aire".

Cuando esta "plandemia" acabe vendrán otras, porque el SARS no ha sido el primer fraude derivado en muertes que ha sufrido la humanidad.

Todo comenzó con una vacuna de la rabia fallida a un niño usado como cobaya por Pasteur, un químico que decidió contradecir todos los descubrimientos que había hasta el momento sobre que las enfermedades las causaban las condiciones de higiene y alimentación, para acabar proponiendo a los gérmenes como causantes de las enfermedades.

El negocio de la medicina había comenzado y los laboratorios incipientes se frotaron las manos.

No hay nada más lucrativo que combatir un enemigo… las bacterias. Así si las aguas de consumo humano estaban contaminadas o el trabajo en las fábricas o sus productos era insalubre, nadie tenía que hacerse cargo, eran los gérmenes.

Además, nacen las vacunas, unas inyecciones que se ponen en la gente sana. Así ni siquiera debes estar enfermo para comprar el producto. Negocio redondo.

El problema es que a medida que se erradicaban las deplorables condiciones higiénicas de la población, las enfermedades desaparecían. De hecho la viruela acabó cuando se empezó a refrigerar la carne de caballos y vacas en las carnicerías, y la famosa vacuna mataba o dejaba impedido a quien se la colocaba, hasta tal punto que hubo revueltas ciudadanas contra las autoridades, que forzaron a parar la vacunación porque cada familia en cada pueblo tenía fallecidos por el pinchazo.

Ya en la actualidad, tenemos conocimientos suficientes para afirmar rotundamente que las bacterias forman parte de todos los seres vivos, en nuestros cuerpos viven millones. Sin ellas no haríamos la digestión, por ejemplo. Ya sabemos que no son la causa de las enfermedades. Pero la mentira sigue.

En una misma población humana, hay las mismas bacterias. Hay bacterias hasta en los volcanes, están en cada gramo de tierra de nuestro planeta.

Cada persona que va caminando por la calle, tiene una nube de 90 cm de bacterias que están a su alrededor. Sin ellas no viviría. Dentro de nuestras células también tenemos bacterias, las mitocondrias, hacen la respiración celular, sin ellas la célula simplemente no tendría energía.

Con los virus es aún más grave el tema porque ni siquiera están vivos, sólo son biomoléculas, fragmentos de información. Están en todos los ecosistemas y en todas las células de todos los seres vivos, forman parte del genoma como frases de un libro, que contienen el cómo somos y cómo funcionamos.

Por estos motivos NO, los vacunados NO contagian NADA.         

Simplemente las farmacéuticas y laboratorios no quieren soltar el raudal de dinero que supone que una persona se vacune y también se siga haciendo test. Así la persona es una paranoica del consumo farmacéutico. El cliente perfecto.

¡Es doble ingreso! La persona se inocula, pero sigue dando positivo en las pruebas. Y claro eso hay que explicarlo y fomentarlo, culpando al contagio y los malignos virus.

La historia está clara, no es biología, es avaricia.

Y hasta que no tiremos abajo la teoría del contagio, no podremos reconciliarnos con la naturaleza y vivir en paz.

¡Despertemos ya!

Fuentes: https://mpr21.info/pasteur-el-impostor/

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